Aplica el color con toques suaves, movimientos circulares o barridos, y difumina según sea necesario. Un cuidado adecuado ayuda a mantener la densidad y calidad de las fibras, asegurando resultados consistentes y fiables con el tiempo. Para el cuidado diario, limpia la brocha con un paño seco o ligeramente humedecido con M·A·C Brush Cleanser, pasando suavemente el cabezal hasta eliminar el maquillaje. Para el cuidado semanal, lava la brocha con M·A·C Brush Cleanser y agua tibia. Humedece el cabezal manteniéndolo inclinado hacia abajo para evitar que entre agua en la virola, luego masajea suavemente las fibras hacia la punta con los dedos. Aclara bien, elimina el exceso de agua apretando, seca con un paño suave y da forma de nuevo a las cerdas. Deja secar la brocha en posición horizontal sobre una toalla limpia antes de colocarla en posición vertical o volver a usarla.