Consejo 1: El agua tibia ablanda el vello grueso y rebelde, y ayuda a exponer más vello bajo la superficie de la piel. Lava bien el rostro durante unos 2 a 3 minutos antes de afeitarte para obtener un resultado óptimo.
Consejo 2: Para un afeitado especialmente apurado, utiliza gel o jabón de afeitar. Esto permite que las cuchillas se deslicen fácilmente sobre la piel y ayuda a prevenir irritaciones. No apliques presión al afeitarte.
Consejo 3: Después del afeitado, el agua fría no solo elimina los restos de vello y gel de afeitar, sino que también cierra los poros y deja un acabado suave.
Consejo 4: Cambia las cuchillas con regularidad. Si notas que ya no se deslizan fácilmente sobre la piel, ha llegado el momento de sustituirlas. Las cuchillas desafiladas no afeitan con la misma eficacia y aumentan el riesgo de irritación.