¿En qué ha cambiado el contenido que creas hoy en día en comparación con lo que hacías en la década de 2010?
A partir de cierto momento, empecé a sentir mucha más presión sobre lo que publicaba. Ahora, cada vez que publicas algo en las redes, parece que te juegas la vida. Antes, internet era una manera de evadirse, y ahora se ha convertido en la realidad. Creo que estamos recordando una época en la que la diversión era real, y era diversión de verdad. Quizás la estética clean girl sea una reacción al caos de los últimos tiempos. Esas chicas van impecables, pero ¿dónde se ha quedado la diversión?
¿Qué errores o aciertos en looks de maquillaje han marcado tu carrera en el mundo de la belleza?
Bueno, en el momento siempre creía que todo quedaba genial. Ahora, miro al pasado y me pregunto si me había vuelto loca. Por ejemplo, aquello de pintarme mucho las cejas... Acabo de ver un TikTok que ha hecho alguien con fotos mías de 2016. Muy entrañable, pero lo único que veo son mis cejas y no puedo evitar pensar: «Por favor, ¡quitad estas fotos de internet!».
Una cosa que no he dejado de hacer es aplicar iluminador en el ángulo interno del ojo: es algo imprescindible en mi rutina de maquillaje.
¿Qué canciones estarían sí o sí en tu lista de reproducción «Arréglate conmigo» de la década de 2010?
Me encantaba Bad Girls de M.I.A.; todavía la pongo cuando quiero sentirme una chica mala. También estaría Oblivion de Grimes, y era muy fan de Lady Gaga y de Rihanna. El primer álbum de Ariana Grande, Yours Truly, lo escuchaba un montón.