En la era Y2K, el cool de las celebrities, la actitud arrogante y las prendas casuales colisionaban bajo el objetivo de los paparazzis. Los chándales deslumbraban, las gafas de sol grandes eran un must-have y los futbolistas (junto con sus mujeres y novias, las WAG) eran los iconos de estilo del momento. Las aceras eran pasarelas de diamantes falsos: fue una época de ostentación, glamour y drama, dentro y fuera del campo.
En ese contexto nació la bota de fútbol Nike T90. Su nombre es la abreviatura de Total 90, que hace referencia al hecho de rendir al máximo durante los 90 minutos que dura un partido. Esta bota se diseñó para delanteros que necesitan potencia, precisión y altas prestaciones. Gracias a su comodidad y precisión, no tardaron en convertirse en un icono del momento para una generación de futbolistas.