¿Qué es lo que más te gusta del búlder?
Lo que más me me gusta del búlder es que cada bloque es un nuevo rompecabezas. Nunca es repetitivo, y esa variedad lo hace siempre desafiante y creativo. Para encadenar necesitas fuerza, coordinación, mente fría y capacidad de resolver sobre la marcha. Siempre hay algo que mejorar, y justo eso es lo que me engancha una y otra vez.
¿Cómo definirías un «buen diseño» en prendas de búlder?
Para mí, un buen diseño es el que combina comodidad, funcionalidad y estilo personal. Si te permite moverte con libertad, te hace sentir bien y refleja quién eres, entonces es un acierto. Da igual si está de moda o no.
¿Crees que merece la pena invertir en buen material?
Sin duda, sobre todo en los pies de gato. Los modelos de alta gama marcan la diferencia según el tipo de escalada: los blandos te dan más sensibilidad, los rígidos, más precisión. Y la magnesera también importa más de lo que parece: una buena tiza mejora el agarre y el control, y eso se nota mucho cuando estás en la pared.
¿Algún consejo para alguien que empieza a escalar?
El búlder va, sobre todo, de fallar. No te frustres: cada intento cuenta. Sigue probando y confía, porque así es como se progresa.