El tamaño importa
No es obligatorio que te midas la cara… pero tampoco es mala idea. A la hora de elegir las gafas que más te favorecen, la geometría cuenta, y mucho. El equilibrio en las proporciones es clave. Si cada vez que vas a probarte gafas sales pensando que no son para ti, tenemos un par de trucos que te pueden ayudar. Las monturas angulosas, como las de ojo de gato o rectangulares, aportan estructura a rostros redondos. Las formas redondeadas u ovaladas, como las de Gucci o Versace, suavizan las mandíbulas más marcadas. Algunas marcas, como Retrosuperfuture, apuestan por proporciones exageradas que rompen las simetrías clásicas. En cualquier caso, lo básico sigue siendo clave: la distancia entre pupilas, cómo encaja el puente, el ancho de los cristales… todo ello cuenta, no solo para la estética, también para la comodidad. Perdón, quizá nos hemos puesto demasiado técnicos. Lo resumimos: observa tu mandíbula y tu frente, y busca unas gafas con formas opuestas. Aunque al principio te parezca raro, confía y tus gafas te quedarán como hechas a medida. Es como elaborar un mapa de tu rostro basado mitad en la ciencia, mitad en el estilo.