¿Qué papel desempeña el suprarreciclaje a la hora de crear una forma más ética de consumir moda o de jugar con ella, y cómo influye en la filosofía de Metagirl Studio?
El suprarreciclaje debe utilizarse siempre que sea posible, pero seamos realistas: no siempre lo es. Depende de lo que pretendas conseguir con tu visión, pero tanto si toda tu identidad gira en torno a eso como si no, es importante usar cosas desechadas y encontrar formas de reutilizar los recursos que ya tenemos. Parece que [pensamos que] cuando algo no está perfecto o hay que arreglarlo, tenemos que salir corriendo a comprar una nueva versión. Yo siempre he defendido que hay que conservar las cosas porque quizá sean útiles dentro de 5 o 10 años, aunque igual te crea problemas de espacio en casa [...] Metagirl antes se llamaba «One Pineapple One Love» y se centraba mucho en el suprarreciclaje, porque era la opción más accesible para mí en aquel momento. Veía muchas cosas sin usar con potencial para convertirse en algo nuevo. En cambio, ahora tengo una idea concreta de lo que quiero conseguir y a veces lo que tengo a mano no siempre está al servicio de esa idea, pero no me olvido de mis raíces ni de lo que realmente quería defender en aquel entonces.
¿Podrías contarnos cómo el suprarreciclaje y el dar una segunda vida a productos viejos van en contra de la «cultura del usar y tirar» de la industria de la moda y de nuestros propios deseos de sumarnos rápidamente a las tendencias?
No solo van en contra de la industria de la moda, sino de todas las industrias consumistas. El hecho de utilizar [ropa] de segunda mano y dar una segunda vida a materiales que ya no se usan se opone a esa actitud de querer producir siempre algo nuevo. Sin embargo, no creo que cambie la mentalidad de la gente de desear siempre la novedad... se puede seguir consumiendo mucho aunque sea de segunda mano. Así que creo que tiene una parte buena, pero hay que ir con cuidado. El primer paso es no producir siempre algo nuevo y el segundo es reconocer el valor intrínseco de las cosas y apreciar el valor que aportan a tu vida, no sentir constantemente la necesidad de adoptar la tendencia de turno.
Esa es una parte de mi respuesta, la otra es que quienes enseñan en Internet cómo usan el suprarreciclaje inspiran a la gente, que lo traslada a sus hogares y a lo que tiene delante. Ahora hay un movimiento de gente que sabe que puede hacer algo con lo que tiene y que no tiene por qué tirar sus cosas. Así que a través de la inspiración, se van derribando esos muros impuestos por la moda y la gente se siente más segura de sus propias habilidades y dispuesta a hacer las cosas por sí misma.
**¿Hay algún material u objeto en particular que te haya parecido especialmente significativo o difícil de personalizar?
Sinceramente, todos. La naturaleza de mi arte consiste en probar siempre algo nuevo y aprender por ensayo y error, es un aprendizaje constante.