EN MARCHA
¿Cómo es un día de entrenamiento típico para ti?
Cuando me porto bien, me levanto a las 6:30 de la mañana, bebo mucha agua, hago estiramientos, caliento e intento hacer 10 kilómetros a primera hora, antes de que se levante todo el mundo. Recibir de vez en cuando un gesto de aprobación de otros runners madrugadores se ha convertido en un placer culpable.
¿Qué es lo que más te gusta de correr? ¿La evasión mental, el reto físico...?
Creo que correr es una forma de meditación. Para mí, es una experiencia espiritual, ya que solo corro al aire libre, en la naturaleza. Me he ido temporalmente de Londres para vivir en casa de mis padres, que está rodeada de bosques y paisajes increíbles. Poder recuperarme en un espacio seguro es un privilegio. No se me ocurre nada más aterrador que atravesar el este de Londres corriendo y cruzarme con todas las personas con las que he hecho match en Hinge un domingo por la mañana.
¿Cómo has adaptado el running a ti?
Soy un poco gansa. Me encantan los videojuegos y solía jugar a Dungeons & Dragons con unos amigos. Así que hago que correr sea más divertido yendo por el bosque, como si estuviera en un juego de rol [risas]. A veces, me imagino que estoy en una escena de El Señor de los Anillos y que soy una elfa que escapa de un ejército de orcos mientras intenta entregar un mensaje muy importante. Suena raro, pero la verdad es que hace que correr sea mucho más entretenido.
¿Cuándo fue la última vez que corriste para escapar de algo de tu vida cotidiana?
Literalmente, el otro día, cuando mi contable me dijo que teníamos que hablar de mis impuestos.