Con qué lo combiné: Me lo probé con varios outfits para comprobar si quedaba tan bien solo por casualidad. Spoiler: ni mucho menos. Sorprendentemente, combina con todo. Y llevarlo bajo el brazo como si volvieras de la panadería un domingo por la mañana te aporta un aire casual pero très chic.
Cómo me hizo sentir: Como una parisina de elegancia clásica. Como Jane Birkin, Brigitte Bardot o Catherine Deneuve paseando por el mercado en busca de la mantequilla de leche cruda más cremosa.
Perfecto para: Llevarlo a un pícnic y disimular que se te olvidó comprar algo de picar.
También sirve como: Tu cómplice social. Si no tienes un adorable perrito que te ayude a romper el hielo, con este bolso, iniciar conversaciones es pan comido (nunca mejor dicho).