Entre los entendidos, Sandy Liang es una de las marcas más comentadas (y que más memes protagoniza) del momento. «Tengo que ir muy de Sandy Liang en la proyección de la película estructuralista de 16 mm», bromea una usuaria de X. Subtexto: Sandy Liang es para chicas; el cine, para chicos. La marca de Liang se ha convertido en el vehículo perfecto para la tendencia viral del “Solo soy una chica”. Pero, ¿y si se pudiera jugar a dos bandas? Un ejemplo: la colaboración con Salomon.
«Las puntas de ballet siempre me han fascinado», dice Sandy, «y pensé que sería precioso incorporar los detalles de las cintas a los modelos clásicos de Salomon». Aquí está, pues: la fusión definitiva de los estilos gorpcore y bailarina. Algunos detalles son cero prácticos: ¿quién, al ponerse unas zapatillas de trail, va a pasar 20 segundos más enrollando un delicado material rosa alrededor de la parte inferior del tobillo? Pues las mismas chicas que se pelean por la ropa de Liang en sus famosas ventas de muestras.
Esta colección, ya disponible en Zalando, combina los «detalles» de Sandy Liang con la «integridad y la comodidad» de Salomon. Para una marca que se posiciona muy lejos de las zapatillas de deporte, y para una diseñadora que ha estado ocupada haciéndose selfis de embarazo, esta colaboración es un éxito. Pero, ¿habrá tallas de bebé? Probablemente no.