¿Qué te trajo a Marsella?
Mis amigas y yo queríamos pasar un verano por Europa.
¿Qué me puedes contar de tu primera visita?
Fue la primera vez en años que volví a sentirme como una niña, aprendiendo cosas nuevas, explorando nuevos lugares, conociendo a todo tipo de gente...
Marsella es famosa por su escena gastronómica. ¿Tienes algún local favorito?
Mi sitio favorito para comer en Marsella es Mama Africa. Su propietaria, Félicité, es una mujer extraordinaria que se ha convertido en algo así como mi tía marsellesa. Me llama hija y me da bissap cuando paso a saludarla. ¡Tiene la mejor comida marfileña de la ciudad!
Vas a pasar un fin de semana largo en Marsella. ¿Cuáles son los imprescindibles que hay que meter en la maleta?
Marsella tiene muchas cuestas, así que no pueden faltar unas zapatillas cómodas para caminar. Y una toalla de microfibra, porque no ocupa espacio y es muy práctica para los días de playa. ¡No hay excusas para no bañarse si tienes una toalla!
¿Qué harías en Marsella si solo tuvieras 24 horas?
Primero, tomar un café sentada fuera de la cafetería. Después, comer un bocadillo fricassée en Noailles. Y no te puedes perder el Mucem (Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo): el edificio en sí es tan asombroso e interesante como las obras de arte que hay dentro, y desde lo alto se disfruta de una magnífica vista de la ciudad.
Vete en bicicleta hasta Malmousque para darte un baño en la costa rocosa de Marsella y contemplar la puesta de sol. Después, vuelve a la ciudad y come unas porciones de pizza en La Plaine o Le Cours Julien. Por último, vete de bares ;)
¿Qué tiene esta ciudad que no tenga ninguna otra?
Me encanta lo cerca que está todo. Puedo ir en bici a cualquier sitio en 20-40 minutos.